Game Pass: La batalla de Microsoft por escapar a la mediocridad
Autor: @davidhthe1st
Cualquiera que haya navegado por la eShop se habrá topado con el cajón de sastre que aloja cada una de sus secciones. Si buscamos un juego específico siempre tenemos la opción de buscarlo por su nombre, pero si nuestra intención es descubrir algo nuevo, la tarea suele ser mucho más compleja.
El efecto ya se nota en las secciones de novedades y próximos juegos, donde nos damos cuenta del número de productos que llegan a la consola híbrida a diario. Mi primera experiencia en ese sentido fue cuando se anunció algún juego en uno de los nindies o directs, tras el que acudí a la sección de próximos lanzamientos, en la que tuve que avanzar bastante para encontrar ese juego. Sea como fuere, en esa sección los juegos están ordenados por fecha, algo que da más sentido a la búsqueda.
Sin embargo, la emoción auténtica llega cuando accedemos a la sección de rebajas. En ella, se encuentran sin orden aparente juegos de la propia Nintendo, juegos de grandes desarrolladoras, juegos indies y productos bastante sospechosos. No resulta extraño navegar por los más de mil juegos de alguna de las rebajas y encontrarte por la mitad con un Skyrim, tras haber visto decenas de clones de Candy Crash o simuladores varios de aspecto poco convincente.
En ella, se encuentran sin orden aparente juegos de la propia Nintendo, juegos de grandes desarrolladoras, juegos indies y productos bastante sospechosos.
¿Cómo se decide el orden de esos juegos? Sabemos que no es por precio, ni por duración de la oferta (o al menos fecha de finalización). ¿Se pagará por ocupar los primeros puestos? Desde luego, llama la atención ver durante todo el año a la cabeza de las rebajas títulos como Toki, Fort Boyard, Thief Simulator, Asterix XXL3 (y en el caso de la tienda francesa que utilizo, un pseudojuego dedicado a preparar el código de circulación); ya no por la calidad de los productos, sino por las dudas que nos produce su popularidad en el mercado.
Sin duda, se agradecerían secciones o filtros, bien por desarrolladoras, bien por tipos de juegos, que nos permitiesen navegar por los títulos más “relevantes” o buscar entre las obras más independientes, según queramos en cada momento.
Dicho esto, el que en esta casa consideramos el gran problema de la eShop es la aparente falta de control de calidad a la hora de dar luz verde a los juegos. La tienda está inundada por clones (¡probad a entrar y comentadnos cuántos clones de Just Dance encontráis!) y obras que podrían definirse mejor como experimentos universitarios que como juegos retail que uno esperaría encontrarse en un entorno como la eShop.
Para evitar malentendidos, dejando de lado la legalidad o moralidad de algunos clones, ya sean fuentes, arte, títulos o juegos al completo, me parece perfecto que cualquiera puede publicar su juego en la eShop si funciona y está “completo”. Ese no es el asunto. El asunto es que la navegación de la tienda deja bastante que desear para el usuario medio (o el usuario que no busca sobre todo juegos extraños con los que experimentar). Haría falta una reforma profunda de la experiencia de usuario que se adapte tanto al público objetivo de la Switch como a la variedad y número de productos existentes y por venir.
El asunto es que la navegación de la tienda deja bastante que desear para el usuario medio
La esperanza es lo último que se pierde, pero a estas alturas ya está claro que quedarse un poco atrás o a medias con respecto a lo que ofrecen otras plataformas (como Steam, la tienda de Playstation, la de XBOX…) no es nada nuevo en la experiencia de la Nintendo Switch, que una vez más parece haberse visto superada por las circunstancias de su éxito… y de su época.
Briconsejo: cuando os interese un título de Switch y no lo vayáis a comprar directamente (en espera de una rebaja o la paga de la abuela), añadidlo a vuestra lista de deseados, que está a varios clics del menú de la tienda, pero os ayudará a seguirle la pista sin tener que convertiros en una especie de Indiana Jones.