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Narita Boy contado para escépticos

Autor: @Bjdocampo

Voy a ser claro. No soy un experto en metroidvanias, ni siquiera en indies , es más, incluso hay veces que llego a denostarlos. Así que en HashtagJugando, en nuestro afán de innovar y dar puntos de vistas diferentes, me han empaquetado este reportaje. Por tanto por puro respeto y desde mi total desconocimiento de este sector de la industria, este no será un análisis al uso, no habrá juicios, no habrá notas, habrá sensaciones. Y en eso, el barcelonés Studio Koba ha sabido hacer brotar con maestría dichas sensaciones.

Ready Narita One

Así podríamos resumir la historia de Narita Boy. Al principio me encontraba un tanto perdido. No entendía mucho de que iba todo esto. Pero según pasaban los minutos te vas dando cuenta de que la historia no es ni más ni menos que una adaptación de la novela de Ernest Cline , Ready Player One. Y ojo, no digo que sea un plagio, ni mucho menos, sino una inspiración. La idea de trasfondo está ahí y solo con el paso de las horas de juego te irás dando cuenta. La verdad es que funciona muy bien y consigue transmitir un enorme interés para el que para mi (si, ojo, para mi) es el protagonista del juego, Lionel Pearl Nakamura. Digamos que es el James Halliday de Narita One. Si habéis leído o visto la película de Ready Player One, esta historia os gustará.

El frikazo de James en su estudio

Pixel Art en su mayor expresión

Si algo os va a llamar la atención de este juego es su apartado artístico. Abrumador. Y es que este equipo nos ha demostrado que con muy poco se puede hacer mucho. Todo reside en ideas frescas y mimo a la hora de hacerlo.

De entrada nos chocará el filtro de ‘’tele de tubo’’ que tendrá la pantalla del juego. Con esos pliegues en los lados y ese trasfondo de rayo catódico que si bien se puede sacar en opciones, creo que es parte indispensable de la experiencia. Gráficamente nos encontramos como he dicho antes ante un juego muy cuidado y preciosista, unos píxeles muy bien colocados y una paleta de colores ‘’retro-cyber-punk’’ que evoca a esa cultura pop ochentera y noventera.

El efecto de tele de tubo y esos trazos vectoriales que recuerdan a Virtual Boy

Por si fuera poco, la música es una auténtica delicia. Recuerdo el momento de llegar a la pantalla de título, escuchar el estruendoso ‘’NARITA BOOOOY’’ y sonar una deliciosa melodía que durante unos días no era capaz de sacarme de la cabeza. Grandísimo trabajo y enorme mérito del equipo desarrollador sabiendo que algunos ya no tenemos edad más que para retener líquidos y gases.

Te mueves como Hollow Knight

Ahora mismo los que lo hayáis jugado me queréis matar. Pero yo, lo he visto así. Durante el stream que he realizado en nuestro canal de Twitch. Según iba aprendiendo nuevas habilidades con Narita Boy me iba dando cuenta de que me recordaba muchísimo a Hollow Knight. No solo las habilidades, sino la propia animación del personaje y oye, que no es malo, todo lo contrario, hace que el juego sea divertido y se haga muy jugable. Así que zanjamos la jugabilidad así, como la de HK.

Mucho puzle y pocas nueces

Aquí si puede que encuentre una pega, en los puzles. Y es que son demasiados y un tanto repetitivos. Desde casi el principio se ve que los creadores quieren rememorar aquellos tiempos en los que jugábamos con papel y lápiz, es más, hay un NPC que te recomienda coger un papel y lápiz pero eso al final puede acabar cansando y he de reconocer que más de una vez me ha hecho cambiar de pantalla para guardar y salir. La intención es buena pero un sistema de puzles basados en la memoria y no tanto en la lógica se puede hacer cansino a estas alturas de la vida.

Este es el fulano que te recomienda tener papel y lápiz a mano

Otro punto a destacar son los enemigos. He de reconocer que desde el principio me puse a los mandos del juego con el prejuicio de encontrarme unos enemigos dificilísimos de matar y que acabarían rápido con mi escasa y paupérrima paciencia con este tipo de juegos, pero al final, resulta que no. Y es que estos ‘’malos’’ van de malos, pero normalmente después del segundo ‘’try’’ sus sencillas mecánicas y nuestra pequeña predisposición a un grado medio de concentración, hará que podamos avanzar en el juego sin problema alguno. Si lo he hecho yo, lo puede hacer cualquiera.

Los ‘’malos’’ van de malos, pero normalmente después del segundo ‘’try’’ se van al piso.

Avanzar…y retroceder.

De eso se basa. Avanzar y retroceder por el escenario. Abrir nuevas instancias, descubrir nuevos recuerdos de Lionel y volver una y otra vez con las llaves de tal y cual instancia. A los pocos dichos en el género, como servidor, se puede hacer algo pesado si no fuera por ese interés en descubrir más sobre la vida del creador de Narita One, así que amics, ánimo y al toro.

Puede que haya momentos en los que quieras saltarte las conversaciones…no lo hagas o no te enterarás de nada

Total…

Narita Boy es una delicia artística. El primer trabajo de un estudio español que ha dado un golpetazo en la mesa, una declaración de intenciones que ha demostrado estar capacitado para hacer grandes cosas. Artísticamente es una delicia y han sabido adaptar una historia tan de moda como Ready Player One con un estilo propio y una personalidad definida.

Lo dicho, si tenéis GamePass es indispensable, pero sin duda donde más se podrá disfrutar, como casi todos estos juegos, es en Switch.

Y es que en nuestro país hay mucho talento y es nuestro deber ayudar a fomentarlo.

Corneo

Juego,leo y escribo

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