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El fin de la trilogía de los Titanes

Hace unas semanas recordábamos el verdadero gran mérito de Monolith Software a la hora de contar una historia y hacer un juego. Retrotraerte a aquellos JRPG de los años 90, con enormes escenarios y variados paisajes, que te hacían soñar en qué hay más allá , habilidad que la buena gente de Monolith ha sabido llevar como nadie hasta ahora a los nuevos tiempos que corren. A pesar, de las limitaciones en las que trabajan, que es mucho decir.

Resulta abrumador y excitante recorrer los parajes de Xenoblade, resulta conmovedor vivir una historia tan humana y con tanto trasfondo y resulta reconfortante hacerlo de una manera tan fresca y coherente. Pero todo esto, toda esta chapa inicial sería recaer en el anterior artículo que os brindamos hace unas semanas, así que damos un pequeño salto al vacío y nos adentramos de lleno en la historia de Noah, Mio y compañía.

 

Con permiso de mis hermanos

Con la premisa de una primera y segunda partes magistrales, Monolith tiene a bien culminar de manera perfecta todo lo aprendido en estos años desde aquel primer lanzamiento en Wii.

Monolith tiene a bien culminar de manera perfecta todo lo aprendido en estos años desde aquel primer lanzamiento en Wii.

Y es que esta empresa ha demostrado que sabe evolucionar, sabe aprender de sus errores y de sus aciertos y aplicarlos a su siguiente entrega. Xenoblade Chronicles 3 es hasta la fecha el juego ‘’más vivo’’, con más alma y más orgánico ya no solo de la saga, sino, a mi parecer, de muchos de los juegos que se han lanzado en los últimos 6-7 años.

 

Un salto de madurez

Sabéis que no es costumbre entre nosotros desmenuzar la historia de los juegos, eso es algo que debéis de vivir vosotros, pero sí aprovecharé para daros un par de pinceladas, de claves, para que os hagáis a una idea de lo que se os viene encima.

Xenoblade Chronicles 3 tiene una historia mucho más madura, más profunda y con más trasfondo existencial que las otras entregas. Como decía antes, una culminación perfecta a una trilogía de ensueño.

A todo esto, como ya es marca de la casa, disponemos de unos personajes con una personalidad desbordante, que a pesar de su juventud (cuando juguéis lo entenderéis), Monolith es capaz de dotar de alma y carisma a un elenco que a las pocas horas de jugar, conoceremos y empatizaremos como pocos juegos llegan a conseguir.

Monolith es capaz de dotar de alma y carisma a un elenco que a las pocas horas de jugar

Tiene ese poder de mantenerte alerta en todo momento, fijarte en cada detalle de escenario, en cada personaje, comentario o reseña. Y es que ahora SÍ se hace de importancia capital el haber jugado a las anteriores entregas.

Si tanto el primer Xenoblade como el segundo eran complementarios y la experiencia no variaría mucho en hacerlo en uno u otro orden, con esta entrega, el haber vivido las dos anteriores aventuras le dan un ápice mágico, casi orgásmico que envuelve el aura del juego en un manto de misterio, curiosidad y desconfianza.

Desconfianza buena, claro está, desconfianza de que ‘’este tío tiene que ver algo con aquel fulano’’ o… ‘’¿este cacharro no es aquel otro cacharro?’’ creo que me he explicado bien si sabes leer entre líneas.

El juego consigue constantemente que pienses que hay gato encerrado.

La historia de Xenoblade Chronicles 3 se cuenta de manera magistral, muy orgánica, con un ritmo perfecto. Sin apabullarte pero tampoco sin dejarte ‘’tirado’’. Y que desde las primeras horas a modo de tutorial como ya avanzado el juego, te obligará a jugar ese poquito más, a ver qué pasa.

Cuenta la historia de manera magistral, muy orgánica, con un ritmo perfecto. Sin apabullarte pero tampoco sin dejarte ‘’tirado’’.

Cuando la narrativa de un juego es capaz de conseguir ese ‘’un poquito más, a ver qué pasa’’, es una narrativa redonda. Y este Xenoblade, lo consigue.

 

Redundancia artística

A estas alturas de la película, hablar de la calidad artística y técnica de un Xenoblade, se he hace harto redundante. Os lo puedo resumir con unos cuantos adjetivos: majestuoso, colorido, de ensueño, vibrante, variado, acogedor, desolador…pero sobretodo, ABRUMADOR.

Puedes tirarte horas viendo los paisajes y sacando capturas de pantalla.

Todo es enorme, todo es bonito y en todo momento te invita a ir un poquito más allá. A perderse en su mundo, a olvidarte de la historia principal y dejarte llevar por la experiencia de vivir la aventura y explorar.

En todo momento te invita a ir un poquito más allá.

Experiencia en la cual nos encontramos muchas sorpresas. Puntos flacos de las anteriores entregas que ahora sí, han sabido reconducir y servírnoslas como un plato de delicatesen.

En cuanto el sonido poco se puede decir. Una BSO a la altura de las grandes obras del género, variadas, agradables y muy pegadizas. Es esa típica BSO que recordarás durante años. Y eso es mucho decir.

Un mundo vivo lleno de sonidos y un doblaje intenso y coherente, muy creíble, que esta vez, ha mejorado mucho su sincronización labial. Tanto las voces en inglés como en japonés son fantásticas.

 

Lo que han aprendido

Y es que uno de los problemas de los anteriores Xenoblade era la empalagosidad de sus misiones secundarias. Confusas, inertes y poco reconfortantes. En esta nueva entrega todo ha cambiado, han escuchado al usuario y se han sacado de la manga un sistema de misiones secundarias simple y llanamente PERFECTO. Encajan a las mil maravillas con la historia principal del juego.

El sistema de secundarias para conseguir nuevos héroes encaja perfectamente con la historia y es AMENO.

Te dan la opción de hacerlas en un momento o en otro y unido al sistema de héroes, genera una suerte de sistema desbloqueo de personajes mucho más sencillo y amable que el jugado en el anterior Xenoblade. Que recordemos era un engorroso sistema de ‘’gachas’’ que más que una recompensa era un castigo.

Cada misión secundaria te aporta un poquito de lore de la historia.

Otro tema es el de las secundarias de recolección de objetos o aniquilación de enemigos. Ahora es mucho menos random, todo tiene un sentido y cada misión te aporta un poquito de lore de la historia. Pinceladas que se agradecen mucho y que animan a realizar dichas misiones. Si todo esto lo unimos a un sistema de afinidades con diferentes facciones y un sistema de combate adictivo como la peor de las drogas, nos sale un gameplay redondo.

Por último, otro error del que han aprendido y que me ha gustado mucho, es el hecho de la sexualización excesiva de los personajes. Vale que los japoneses son muy dados a ello, pero a estas alturas de la película, personajes con pechos como días de fiesta y planos de cámara imposibles para sacar a relucir aún más dichas protuberancias aquí, es inexistente.

El muestrario de pechos imposibles ha desaparecido en esta entrega.

Aquí todo es natural, la sexualización es prácticamente nula y le queda realmente bien al juego. Bravo de nuevo a Monolith por escuchar a la gente.

 

Lo que aún no tienen muy claro

Si bien todo lo anterior es un aprendizaje de los errores del pasado, hay cosas que todavía siguen igual. Una asignatura pendiente sigue siendo el tema de la interfaz. Demasiados datos en pantalla, demasiadas opciones, demasiadas posibilidades. Te llegan a saturar y muchas veces, tendrás tantas cosas que controlar en el menú, que acabarás pasando de todo y que sea lo que Dios quiera.

Muchas veces las batallas son un Cristo. Y no hablemos del menú de opciones.

Esto hace que de entrada Xenoblade siga siendo una saga que no es para todo el mundo. Y eso es un lastre que en las próximas entregas deben de trabajar más para poder llegar a donde quieran llegar con dicha saga.

 

Lo del combate y la droga

Si amigos, droga. Monolith ha pulido de tal manera su sistema de combate automático hasta tal nivel, que desde este sofá, puedo asegurar que a día de hoy es el combate más DIVERTIDO y RECONFORTANTE que encontraréis en un JRPG.

Según avancéis en el juego descubriréis este locurote.

Batallas dinámicas y equilibradas. Un juego de artes y técnicas, que sumado a un sistema de profesiones con unas combinaciones casi infinitas, culminado por la guinda de las fusiones de Uróboros (ya veréis qué es eso), hacen de este sistema de combate una auténtica droga lúdica.

Este sistema de combate es una auténtica droga lúdica.

Un sistema en el cual no te importará pelearte cada dos por tres y rara será la vez que rehúyas a un combate. Por muy complicado o simple se te presente.

 

La cima de la montaña

Llegar a Xenoblade Chronicles 3 se antoja como llegar a la cima de una montaña. Al cúlmen de una aventura que comenzó en 2010. Que supo como nadie jugar al despiste con su historia.

Es sin duda alguna el mejor trabajo de Monolith Software, y de lo mejor que encontramos en Nintendo.

Si, hay un momento Breath of the Wild.

Explorar un vasto mundo, con una libertad casi total. Vivir una auténtica montaña rusa de emociones, en la que se profundiza en la realidad humana y divina de la existencia. Todo ello acompañado de unos personajes que serán como de la familia. Un sistema de combate que raya la locura y una narrativa magistral, hacen de este juego un auténtico indispensable para el amante del género.

Monolith Software ya ha demostrado que puede hacerlo y quedan muchos, muchos años para seguir haciéndonos soñar con sus historias y personajes.

Y es que este no es un juego para todo el mundo y ese quizás es el peso que lastra el salto cósmico que necesita para colocarlo en la leyenda. Pero para llegar a eso, Monolith Software ya ha demostrado que puede hacerlo y quedan muchos, muchos años para seguir haciéndonos soñar con sus historias y personajes.

 

Larga vida al JRPG

Xenoblade Chronicles 3 es la guinda del pastel a una trilogía que comenzó hace doce años. Un trabajo exquisito que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y escuchar al fan. Una de esas historias que dejan poso y que a pesar de no ser para todo el mundo, es una experiencia totalmente indispensable para el fan del género.

GRÁFICOS

85%

SONIDO

90%

JUGABILIDAD

85%

DURACIÓN

100%

POSITIVO


  • Su historia, absorbente desde la primera hora.
  • Su mundo, referente para cualquier juego actual.
  • Las mejoras respecto a errores de anteriores entregas.
  • El sistema de combate es pura drogra.
  • Que los nopon no sean un personaje jugable.

NEGATIVO


  • No es para todo el mundo.
  • La interfaz sigue siendo un poco caos.
  • Esta vez si tener que jugar a los anteriores para disfrutarlo de todo.
  • Nintendo Switch no da para más, bastante hace con moverse bien.
  • El caos que se puede generar en algunas batallas.
9 Xenoblade Chronicles 3 no es un juego para todo el mundo. Pero es sin duda un juego indispensable para los amantes del género y un referente en casi todos sus aspectos. Una llamada desesperada a Nintendo para recordarle que Switch necesita urgentemente una actualización.
Corneo

Juego,leo y escribo

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