Vieja escuela para nuevos tiempos.
Autor: @Bjdocampo
Square Enix vive dos realidades. La de las grandes super producciones, como FF7 Remake o los FFXV y XVI y la otra, la de la Square y Enix.
Me explico. Por un lado la tradicional Enix con sus Dragon Quest, que salvando los saltos técnicos apenas han cambiado su fórmula y por el otro la Square íntima, clásica, que nos trae pequeñas joyas como Bravely Default u Octopath Traveler, pasando por los remakes de la serie Mana.
Con esta premisa, nos ponemos en situación con Project Triangle Strategy. Uno de los anhelos de los que somos amantes del JRPG, es un remake, remaster o republicación de aquel gran Final Fantasy Tactics. Pero en un afán por crear nuevas IP’s y no caer en una vorágine de refritos y remakes del palo, Square ha decido fusionar lo nuevo con lo viejo. Y así de simple nace este proyecto.
Square ha decido fusionar lo nuevo con lo viejo
Esto me suena…
Una vez empezada la demo, nos damos cuenta que todo es Octopath Traveler. Tal cual. Esa estética 2D-3D ,esa misma paleta de colores y ese mismo arte. Fórmula infalible. Pero nada más lejos de la realidad. En cuanto nos ponemos a los mandos de nuestros personajes, nos damos cuenta de que todo es muy diferente.
No solo el sistema de combate, claro, estamos ante un RPG táctico, sino que la historia cobra mucha más fuerza, muchas más riqueza y sobre todo, las decisiones que tomemos tendrán un peso relevante en el desarrollo de la misma.
Momentos en los que tenemos que votar decisiones, pero no solo votar, sino persuadir a los miembros de nuestro equipo para que tomen nuestra misma decisión y que como decía antes, cambiará totalmente el devenir del juego. Esto le da un halo de rejugabilidad tremendo.
A pesar de la corta duración de la demo, Square Enix nos sumerge de sopetón en un mar de personajes, de secretos, de casas nobles donde todo transcurre a tal velocidad que cuando te das cuenta estás absorbido por la trama y quieres, necesitas, más.
A pelar se ha dicho
Las batallas tácticas se antojan más dinámicas de lo que pudiera parecer de entrada. Tienen un aire más fresco de lo esperado y lo que está claro desde el principio es que siempre primará nuestra capacidad táctica y nuestra disposición a estrujarnos el cerebro, que la fuerza bruta.
Las batallas tácticas se antojan más dinámicas de lo que pudiera parecer de entrada.
Saber colocar una barrera de determinado elemento, atacar de diferentes flancos o medir bien los tiempos y los movimientos, serán claves para poder llevar a buen puerto la pelea.
De entrada, avisar que la demo de por si, es implacable con el jugador y eso, os hará amarlo u odiarlo de un principio.
En resumen
Una clara declaración de intenciones de Square Enix de traer de vuelta un género anhelado por muchos. Un juego que o te gusta, o no te gusta, pero al mismo tiempo, retocado y actualizado lo suficiente para que quien nunca haya probado el género, se anime a adentrarse en este agujero negro de horas.