El poder de salvar el mundo está en tu bolsillo.
Lo confieso, no me gustan los juegos de móvil. Así que partimos de esa pre misa. Soy el típico que se baja un juego, dice ‘’que guay está’’ y no lo vuelve a tocar y deja que se pudra en la carpeta de juegos de mi pantalla de inicio hasta que un día lo borro por pura desidia.
Para que os hagáis a una idea, el último juego de móvil que me enganchó y lo jugué de verdad en el móvil fue aquella ‘’obra maestra’’ del gurú Peter Molyneux, Cube. Donde te limitadas a aporrear la pantalla de tu iPhone 4 en busca del mejor premio de la historia de la humanidad.
El único juego móvil al que le he dado duramente en los últimos años y relativamente en serio ha sido Fantasian, pero, gracias a mi compañero Pablo Lallana, cuando me dijo que se podía jugar en el Mac, la versión de mi iPhone y mi iPad quedaron en el más profundo de los olvidos de la pantalla de inicio de mi iOS.
En Asia están mucho más acostumbrados a este tipo de juegos, a estas obras a la altura de las grandes producciones y el juego móvil en general está totalmente normalizado y se toma más en serio que aquí.
Y es que en occidente no somos muy dados a los juegos móviles. Salvo la típica casquería por antonomasia como Candy Crush, el de Los Simpson o cualquier otro comecocos lleno de cajas de botón y publicidad de Aliexpress. En Asia están mucho más acostumbrados a este tipo de juegos, a estas obras a la altura de las grandes producciones y el juego móvil en general está totalmente normalizado y se toma más en serio que aquí.
Rompiendo los estereotipos
¿Por qué os he dado esta turra?, Pues porque Diablo Immortal me ha hecho traspasar esa barrera en la que no me tomaba en serio los juegos móviles. Y es que desde que arrancas el juego por primera vez todo se siente diferente a los que solemos ver en juegos móviles. Desde una interfaz limpia e impía, sin chorrecientos menús random para que compres cosas, sin complicaciones, escoger servidor, escoger personaje y a jugar. Directo y al pie. Primer punto a favor.
Una vez creamos nuestro personaje, menú de creación muy completo por cierto; arrancamos la historia con una introducción a la altura. Sin ser un CGI típico de Blizzard, si es un evento lo suficientemente bueno y bien llevado para ponernos en contexto.
Una vez con nuestro personaje en pantalla se nos presenta una suerte de tutorial corto y conciso, sin engorros, que nos lleva de la mano en la primera misión para que aprendamos a usar los controles y acciones básicas del juego. Segundo punto a favor.
Y cuando te das cuenta, ya estás metido en el ajo. En nada estás haciendo misiones y hablando con el viejo Deckard Caín y son comerlo ni beberlo estás inmerso en la mierda, en una nueva aventura de Diablo.
Todo fluye bien
Como decía, todo sorprende para bien en este juego. Los controles de nuestro personaje son sencillos, limpios y precisos. No me voy a poner a explicaros como son, pero sí puedo deciros que son amenos y que os sorprenderá su comodidad.
Al sincronizar el juego con vuestra cuenta de Battlenet, la sincronización de datos de guardado es excelente y automática.
En cuanto al rendimiento del juego supongo que será muy variado. Yo lo estoy jugando en un iPhone 13 Pro Max en el que el juego va como un tiro. Tiempos de carga irrisorios y prácticamente ninguna bajada de FPS. Y digo prácticamente porque sí que hay alguna aunque creo que eso se achaca más a la respuesta de los servidores del juego que otra cosa. Además de jugarlo aquí también lo tengo instalado en mi ‘’móvil de por si acaso’’, un Huawei P40 Pro y como en el iPhone, va perfectamente sin ningún tipo de problema. Además, al sincronizar el juego con vuestra cuenta de Battlenet, la sincronización de datos de guardado es excelente y automática, así que podéis cambiar de un dispositivo a otro y parar la partida sin miedo alguno a perder nada.
Lo del looter…
Pues lo del looter ni se nota. En ningún momento me han invitado a invertir mi dinero en objetos, es algo totalmetye opcional y a estas alturas de juego con mi Cruzado a nivel 16, no he necesitado nada para avanzar que no me proporcionaran los jefes de mazmorras o cofres ocultos.
Si bien es cierto que si quieres mejorar tu personaje al máximo, según las últimas noticias, necesitaríamos invertir 100.00€ o diez años de nuestra vida en el juego, pero repito, esto es un análisis meramente del juego y no del negocio del juego. Ese es otro debate.
Todo se siente Diablo
La historia está muy bien hilada, situándola entre Diablo 2 y Diablo 3. Desde el principio te da la sensación de estar en un spinoff, pero sin ello desmerecer nada, pues como llevo diciendo todo el artículo, todo huele a Diablo.
Con una estética claramente inspirada en Diablo 3 con unos entornos variados y detallados. Personajes a chorrón (por cierto, todos con su doblaje al inglés) , enemigos marca de la casa, jefes con personalidad y crafteo clásico son algunas de las características que comparte con sus hermanos mayores.
La opción de explorar sin más y el mérito de conseguir que no sintamos que estamos ante un juego pasillero, hacen de este Diablo Immortal y legítimo y digno Diablo más.
Mazmorras, praderas, misiones muy variadas y todo ello sin bajar el ritmo. La opción de explorar sin más y el mérito de conseguir que no sintamos que estamos ante un juego pasillero, hacen de este Diablo Immortal y legítimo y digno Diablo más.
Una experiencia recomendable
De nada sirve todo lo que os he dicho. Esto ha sido una opinión personal, pero los que tenéis que valorar sois vosotros mismos.
El juego es gratis, no perdéis nada por probarlo y si este artículo ha servido para que os animéis a hacerlo y os guste ya habrá merecido la pena haberlo redactado.
Y es que el mal en Santuario nunca descansa y ahora más que nunca, la responsabilidad de acabar con él está en la palma de vuestras manos.
Nos vemos en Santuario.