Llamar a Hironobo Sakaguchi padre del JRPG se nos puede antojar un tanto exagerado, pero llamarlo el Rey ya no lo es tanto. Huelga contar a estas alturas de la película quién es este hombre. Si estás leyendo este artículo es que lo sabes más que de sobra pero lo que no sobra es hacer una pequeña reflexión a colación de su próximo juego, Fantasian.

Después de unos años de  experimentación con los Terra Battle, juegos de rol para móviles con una mecánica demoníaca, que se centra en demasía en la historia; su Majestad Sakaguchi parece haber caído de la burra y se ha dado cuenta de que experimentar no es lo suyo. O quizás si.

Experimentar lo justo, como la Coca Cola en el cubata. Me explico. En un JRPG una cosa es experimentar en un género que dominas como nadie y otra muy diferente es querer rehacer de cero un género y adaptarlo por motivos logísticos, económicos o vaya usted a saber qué, lo hayan llevado adonde lo llevaron con los Terra Battle. Y ojo, que no estoy diciendo que sean malos juegos, para nada, pero su un tanto… digamos… inaccesibles.

Experimentar lo justo, como la Coca Cola en el cubata.

¿Puede oler más a Final Fantasy? -No.

Dicho esto, el rey parece haber vuelto con este Fantasian experimentando pero para bien. Nos presenta un JRPG de corte clásico, con una historia que nos recuerda a sus mejores obras.

Magia y tecnología ¿Te suena?

Pues si, me suena. La eterna guerra de magi-tech que arrastramos desde Final Fantasy VI, pasando de refilón por el VII, apoyándonos en el IX y dejando nuestro culo en el Lost Oddysey. Porque según nos han contado y nos han enseñado, de eso va este Fantasian. Oye, me vale y me sobra.

Estos parajes recuerdan tanto a la historia de Kaim…

El diorama como nueva forma orgánica.

¿Quién no ha fantaseado nunca con vivir una aventura con esos dioramas o maquetas que veíamos en escaparates y catálogos?  Pues Fantasian, nunca mejor dicho, lo hace realidad. Y es que cuando eres mayor, has hecho de todo en la vida y tienes los huevos pelados, te atreves a ir un paso más allá. Que si pixel perfect, cell shading….NADA, dioramas. Puñeteras maquetas. Hechas a mano. Ni fondos prerenderizados, texturas supercomprimidas o entornos idícilos con terribles colores pasteles.

Por favor, el nivel de detalle de la taberna.

Fantasian es una obra no sabemos todavía si maestra, pero si artística y artesana. Se han creado más de 150 dioramas, donde se superponen los personajes y que da una sensación mágica y especial, que pocos juegos hasta la fecha han conseguido generar en el jugador.

Se han creado más de 150 dioramas, donde se superponen los personajes.

Si a esto le sumamos la BSO de Nobuo Uematsu, quien si no, que aunque no sepamos si de verdad como dicen los rumores será su último trabajo completo, sí podemos asegurar que será uno de los más personales. Si vemos en el último tráiler del juego, la sintonía que lo acompaña recuerda a sus conciertos más rockeros con su grupo The Black Mages. Ese toque Uematsu pero con su vena heavy, lo que de verdad le gusta a él, que nos hace pensar que estos dos amigos están haciendo lo que les da la real gana en mucho tiempo.

Cuando terminen el juego a ver donde meten todo eso.

El juego llegará este año a la plataforma digital de Apple Arcade. Podremos jugarlo en IOS pagando la correspondiente cuota mensual. No sabemos cuánto ha puesto Apple encima de la mesa para esta exclusividad, pero lo que si podemos atisbar por lo que nos van soltando, es que efectivamente les están dejando hacer lo que les da la real gana. Y quien sabe, con el tiempo esta exclusividad cesará y veremos la obra en consolas.

Y dicho esto, uno ya no sabe si genios del calibre de Sakaguchi escapan de las grandes editoras y se van a las plataformas móviles por un tema económico, por falta de libertad creativa o simplemente porque algunos piensan que ya no hay sitio para ellos en la industria. Pero yo, desde aquí te digo, Hironobo, amigo, no pares nunca, sigue haciendo lo que más te gusta y sigue haciéndonos Fantasear con tus historias.

¿No dan ganas de llevártelos a casa?