Skip to main content

El GATY de los indies.

Hemos vivido el fin del mundo de mil maneras. Apocalipsis zombies, nucleares, virales, astronómicos… desde el punto de vista de doctores, soldados, profesores, campesinos, niños… pero nunca, desde el punto de vista de un gato.

Con esta premisa se nos presenta la historia de Stray. Básicamente, vivimos en un mundo postapocalíptico, donde no hay humanos y los androides/robots han suplido la existencia del homínido sapiens. Desgranar la historia del juego es algo que no hacemos en nuestros artículos, eso es algo que debes descubrir tú pero lo que sí podemos hacer es contarte que nos ha parecido a nosotros. Y a ello vamos.

Aquí no hay gato encerrado

La verdad que la premisa de utilizar a un gato, un simple y llano gato callejero, sin poderes (hablaremos de eso) sin humanizaciones de ningún tipo y sin mayor capacidad de comunicación que la de un gato común, es motivo más que de sobra para generar el hype que generó el anuncio de este jugo.

De entrada el juego comienza con una suerte de tutorial gatuno. Nos encontramos en un escenario apocalíptico que perfectamente podría pasar por ser de The Last of Us. Se parecen MUCHO.

Nos enseñarán a hacer en cinco minutos pues lo que hace un gato. Correr, saltar, maullar, rascar cosas, frotarnos contra otros e incluso dormir. Pero ojo, esto no es un cat simulator, simplemente es un complemento circunstancial que intenta meternos en la piel del gato (nunca mejor dicho) y darle esa personalidad única que rezuma este juego en cada poro. Hasta aquí, es donde el juego es único en su especie y especial.

Esto no es un cat simulator, simplemente es un complemento circunstancial que intenta meternos en la piel del gato

Con este planteamiento comienza una aventura lineal pero muy bien llevada por unos escenarios muy detallados y cuidados, donde encontraremos estancias que aún siendo limitadas y lineales, están tan bien diseñadas que nos darán la sensación de amplitud y tamaño suficientes para transmitir de manera magistral la doble sensación de libertad y al mismo desasosiego que inspiran la historia del juego.

 

Y es que si algo hay que destacar en este juego es eso, su diseño, su atrevimiento a la hora de contar una historia estereotípica desde un punto de vista muy mundano y diferente. Todo ello con un cariño y un mimo que desde casi el principio se nos antoja enfermizo. Y eso, amigos y amigas, es una delicia.

El gato

Hay que destacar dos cosas del verdadero protagonista. Una que me ha gustado. Su naturalidad orgánica, a pesar de que el estudio había comentado que en ningún momento se había utilizado ningún tipo de captura de movimiento de ningún gato, todo se basaba en la experiencia personal de los diseñadores con sus propios gatos.

El gato se mueve bien, se mueve como un gato y hace cosas de gato. Y eso, ya es un logro y dicho lo anterior, tiene un mérito enorme.

El diseño del gato no me ha gustado tanto.El pelo, por Dios.

Lo que ya no me gusta tanto es el diseño del gato. El juego lo hemos hecho entero en nuestro canal de Twitch y, ya no solo servidor que escribe este artículo e hizo el stream, sino varios espectadores que vivieron con nosotros la aventura lo decían. El diseño del gato no está a la altura, a mi parecer. Y es que cuando haces un juego así puedes utilizar dos bazas, la artística y la realística. Y en este caso no está muy claro. Porque por un lado tenemos unos escenarios ultra realistas, con unos personajes más… ‘’artísticos’’.

Lo que hace que el gato, a mi parecer, no esté a la altura y/o genere un tanto de confusión. Simplemente voy a decir un detalle; ‘’el pelo’’.

Dicho esto, todo lo demás es genial, funciona muy bien y no hemos encontrado mayor problema a la hora de jugarlo en la PS5.

‘’El gato que está…

…triste y azul…’’ decía la canción de Roberto Carlos (el cantante).  Algo que transmite muy bien es la sensación de soledad y esperanza el juego. La soledad del propio gato y de cómo avanza en su aventura y hace amigos, como el robot B12. O como los habitantes del mundo que recorremos, que nos dan la sensación de vivir en uan sociedad desarrollada y activa, pero al mismo tiempo desolada y triste, anhelando un futuro mejor, nos hace sentir varias sensaciones y aquí reside sin duda el gran mérito de Stray.

B12 será nuestra suerte de Navi en esta aventura.

Hablar con la gente, conocer sus historias. Son detalles que aunque no aportan nada a la historia principal, pero nos mete en el papel y hace que el argumento sea más inmersivo. Ya te digo, puedes pasarte el juego hablando con tres o cuatro personas, sin que otros te den la chapa. Te vas a enterar de todo igual, pero las sensaciones no son las mismas.

Hablar con todo el mundo no aporta nada a la historia principal, pero nos mete en el papel y hace que el argumento sea más inmersivo.

Eso es algo que decidirás tú según avance la aventura. Yo, en mi caso, llegado cierto punto no quise alargar más el juego y me fui directamente al grano. Y es que ese es otro punto negativo en el juego. Que para los que tenemos poco tiempo o directamente no tenemos paciencia, si nos paramos demasiado, se nos puede hacer un tanto…aburridete. Pero para eso lo dicho, para adelante como los de Alicante.

Sencillo y al pie

El gameplay es muy sencillo. Pero mucho mucho. En líneas generales es un juego muy fácil y está más cerca de ser una ‘’experiencia digital’’ que propio juego en sí. Los controles son básicos y sencillos. De hecho los saltos son contextuales, lo cual nunca nos va a llevar a error de cálculo.

Los malos son una especie de tardígrados o de bichos del Half Life…

Dispone de varios puzles muy sencillitos de resolver, que no te complican en demasía ni hace del backtracking más tedioso de lo necesario. Los combates, inexistentes, salvo cierto punto donde dispondremos de un dispositivo. Todo se basa en las habilidades naturales de un gato.

Es una fantasía y es así como debemos enfocarla.

Si nos ponemos quisquillosos podríamos alegar que un jodido gato no es tan listo, pero como decía al principio, sería necio valorar este juego como realista. Es una fantasía y es así como debemos enfocarla, sino, la sombra del hate y la desilusión caerán sobre vosotros. Así que un poco de perspectiva.

El gato sin botas

En definitiva Stray es una oda a la originalidad. Nos cuenta una historia sencilla pero encantadora. Que puede durar lo que nosotros decidamos, desde tres horas hasta ocho. Vivir desde el punto de vista de un animal que a casi todo el mundo le gusta, descubrir entornos apocalípticos con ese cierto toque…cyberpunk… conocer personajes con mucho carisma e incluso echarnos a dormir en un cojín tanto tiempo como queramos o afilar nuestras uñas…la vida felina, la vida mejor.

¿Quién no quiso alguna vez ser un gato? Pues ahora, puedes probar a serlo y además, convertirte en un héroe sin capa ni espada.

Stray pese a su corta duración y alguna que otra redundancia en sus mecánicas es una experiencia imprescindible en estos nuevos tiempos. Un oasis de sofisticación que durante unas pocas horas nos hará abstraernos de nuestra rutina. Enfocarlo como un cuento es la mejor manera de ponernos a los mandos de nuestro minino.

POSITIVO


  • Una historia sencilla pero magistralmente relatada.
  • Un diseño artístico delicioso.
  • El carisma de los personajes que nos encontramos
  • Un mundo muy pequeño que parece muy grande.
  • Hacer las cosas siendo un gato es fantástico.

NEGATIVO


  • En ocasiones el juego se puede hacer bola (de pelo)
  • NPCs que no aportan mucho.
  • La duración se puede antojar más escasa.
  • Hay mecánicas un tanto repetitivas y limitadas.
  • Que ahora queramos un juego desde la perspectiva de un mapache.
Corneo

Juego,leo y escribo

Deja una respuesta