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Nuestra mente es lo que nos diferencia del resto de seres vivos

🧠Sabemos que la mente es el arma más poderosa que poseemos. Nuestra mente es lo que nos diferencia del resto de seres vivos y, claro está, también a unas personas de otras.
Pero, a veces es tan… indómita, salvaje, cruel, despiadada…

💪🏼La mente es nuestra aliada, nuestra mejor baza para adaptarnos, para sobrevivir. Y para ella, la supervivencia lo es todo… a cualquier costo. Así pues, creo que la supervivencia siempre vencerá a la razón, pudiendo para ello, la mente, llegar a idear cosas terribles…

🙌Esta obra es, en mi opinión, una categórica oda a este órgano, siempre anhelante y ambicioso.

📖Con inquietantes e inesperados giros en la trama, iremos conociendo a Ted; un excéntrico hombre que habita en la casa de su infancia, la cual ha aislado del exterior mediante tablones en las ventanas y sendos cerrojos en la puerta.

🐈‍⬛Vive con su gata Olivia y, a veces, lo visita su hija Lauren. Él las adora a ambas, aunque esta última lo aborrezca a él.

👱‍♀️Hace poco que una chica joven, Dee, se ha mudado a la casa contigua, y Ted tiene en mente invitarla a salir.

🍦Lo que Ted no sabe es que Dee es la hermana mayor de “la chica del helado”; una pequeña de seis años que desapareció hace ya once años en el lago cercano al lugar, donde muchas familias van a pasar los calusorsos días de verano.

👀Dee sospecha que Ted fue quien se llevó a su hermana Lulú aquel lejano día… y está dispuesta a averiguar la verdad, cueste lo que cueste.

🤩La historia está narrada en varias voces: la de Ted, Olivia, Lauren y Dee, lo que la hace muy dinámica. Los personajes están muy conseguidos, logrando que el lector se meta de lleno en la trama.

🤯Los hechos te hacen creer una cosa, para luego echar por tierra toda la reflexión del lector… y cuando nuevamente crees que has dado con el quid de la cuestión, vuelve a llevarte al punto de partida… hasta que al final te explota, literalmente, el cerebro.

🤭Con un final magistral y perturbador.

5/5 Los hechos te hacen creer una cosa, para luego echar por tierra toda la reflexión del lector… y cuando nuevamente crees que has dado con el quid de la cuestión, vuelve a llevarte al punto de partida… hasta que al final te explota, literalmente, el cerebro.

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