Skip to main content

Si es igual, mejor.

Autor: @Bjdocampo

Hablar de s es hablar de algo más que historia de los videojuegos. Hablar de Diablo II es hablar de la historia personal de cada uno, de tu vida. Es uno de esos juegos que trasciende en el tiempo y en tu experiencia vital, que es capaz de traerte grandes recuerdos, grandes momentos y casi todos, buenos.

Recuerdo que yo venía de tener consolas. Si, soy de esos que tuvieron consolas antes que PC. El mundo del PC era nuevo para mi. Venía de Game Gear, de Megadrive, de Nintendo 64, de PlayStation… y mi primer PC, aquel maravilloso AMD Athlon con 128Mb de RAM y aquella gráfica Rage Fury 32Mb me acaban de abrir un mundo de potencia y posibilidades como no había vivido en consolas.

Eran tiempos de Half Life, Age of Empires, C&C, PC Fútbol… de un sinfín de experiencias que en consola eran imposibles y que el PC te brindaba con una generosidad casi divina. En parte gracias a aquellos Verbatim, pero eso es otra historia.

Un sinfín de experiencias que en consola eran imposibles y que el PC te brindaba con una generosidad casi divina.

Pero de entre todos ellos, había uno, un juego de Rol con acción en tiempo real, vista isométrica y con un diseño, un mimo, fuera de lo común. Sentarte delante de tu CRT y arrancar Diablo II era sumergirte en un mundo de brujería y misterio que con su historia y sistema te absorvía tardes y noches de interminables de ColaCaos, Mountain Dew, Donetes y Chaskis.

Escoger héroe. Ese gran dilema (en la Beta no podéis coger el Nigromante).

Y es que Diablo II era más que un videojuego. Era una experiencia. Podía ir más allá, pues por ejemplo, en mi caso, hizo que montara una red local para poder compartir partidas con mi hermana pequeña en las que nuestro Discord era hablar a gritos de una habitación a otra, para deleite de mis padres y donde la latencia y el lag eran aún meros desconocidos.

Nuestro Discord era hablar a gritos de una habitación a otra.

Por otro lado, más adelante, podía sacar lo peor de cada uno. Aquellas partidas online en el vetusto Battlenet. En las que de buena fe abrías tu aventura al aguerrido guerrero foráneo y acababas desvalijado en el primer cubil de mala muerte que te encontrabas. Y es que Diablo II, más que un juego, era ESO.

 

Pues una vez os habéis leído la chapa de este abuelo cebolleta, os voy a hablar de mis impresiones en este Remake que nos presenta Blizzard en algo menos de un mes.

Voy a ser breve y conciso. Este Remake es lo que debe de ser. Un remozado 1:1 del juego original. La experiencia es la misma, las sensaciones, idénticas. El combate, los menús, los controles… TODO es lo mismo, pero cómo os diría yo…más limpio.

Los gráficos adaptados a los nuevos tiempos, hechos de cero, sin grandes alardes pero eficientes y resultones. Diablo II se ve mejor que nunca y funciona mejor que nunca. Han hecho simplemente lo que tenían que hacer, dejarlo IGUAL.

Han hecho simplemente lo que tenían que hacer, dejarlo IGUAL.

Destacar tres cosas sobre todas. Una, la impresionante cinemática inicial. Otra muestra de la maestría de Blizzard en este aspecto.

Segunda. El doblaje. Está tan bien hecho, que no sabrás si es el original o uno remozado. Otra de las especialidades de la casa.

Tercero. La música. Suena mucho mejor que antes. Melodías rehechas, que suenan divinamente y que acompaán al juego de manera sublime.

Para que os hagáis una idea de la diferencia.

Poco más puedo decir a estas alturas. Todos los que estéis leyendo este artículo seguramente habréis campado por el Bosque Oscuro alguna vez y los que nunca lo hayáis hecho, este es vuestro momento.

Diablo II Resurrected viene a apaciguar la sed de Diablo IV. Viene a hacernos recordar aquellos años y viene a presentar a los más jóvenes lo que era aquella experiencia.

No se me ocurre una manera mejor de empezar el Otoño que sentado delante de una pantalla 4K a los mandos de mi Paladín looteando sin cesar y maldiciendo sin fin.

Otros dirán que querían más. Yo simplemente quería esto.

Esta vez si lo has hecho bien amigo Blizzard. Gracias y nos vemos el mes que viene.

Corneo

Juego,leo y escribo

Deja una respuesta