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Cinco años después del Cataclismo

Autor: @Bjdocampo

Cinco años. Nada más y nada menos que cinco años han pasado desde el lanzamiento de Zelda Breath of the Wild. He de confesar que en su día el juego me pilló un tanto a traspiés. Por aquel entonces viajaba mucho, me pasaba casi toda la semana de aquí para allá de hotel en hotel. Mi recién estrenada Nintendo Switch era mi compañera de viaje y ese Zelda básicamente el único juego que tenía.

Le metí horas, muchas horas pero…¿atención? Poca. No estaba centrado, era un entretenimiento y después de esta segunda pasada, me doy cuenta de que no estaba viviendo la aventura, sino pasándome un juego.

Y es que aprovechando mi recién estrenada Nintendo Switch Oled (un capricho de un casi cuarentón un tanto innecesario), no se me ocurrió mejor manera de hacerlo que revivir ahora si, con tranquilidad y atención la más intensa aventura de Link.

Una segunda vuelta a este juego se me hace una experiencia reveladora.

Dejarse perder por las praderas, bosques y montañas de Hyrule es un viaje especial. Una segunda vuelta a este juego se me hace una experiencia reveladora. Vivirlo con más tranquilidad te hace pensar y reflexionar sobre todo lo que se vino los siguientes años. Me explico.

En su día se le tachó de juego vacío, desolado y sin historia. Pero cuando te paras a pensar y sobretodo a explorar, te das cuenta de que uno, es probablemente el mundo más vivo que se ha hecho hasta ahora y dos, la historia es un poco ‘’meh’’, pero es que pasa a un segundo plano, ya que esa experiencia te absorbe y consigue que la historia te de igual. Y eso, es un logro.

Conseguir que un videojuego se convierta en una experiencia en vez de un videojuego es algo que está al alcance de muy pocos.

Conseguir que un videojuego se convierta en una experiencia en vez de un videojuego es algo que está al alcance de muy pocos. Meterse en el papel del héroe, cien años después de su fracaso y cargar con el peso y la responsabilidad de enmendar esos errores de hace cien años. Ver cómo tus amigos están muertos, los que lucharon junto a ti ya no están. Recorrer las ruinas de un Hyrule, sentir su decadencia y experimentar la esperanza de sus habitantes…es algo…que sigue siendo mágico y especial.

Estos hijos de perra siguen siendo duros.

Haber jugado a los anteriores juegos por primera vez se hace relevante. Quizás también un poco con Wind Waker, pero es aquí donde los ‘’antiguos Link’’ reconocemos lugares, nos llevamos esa ‘’hostia inicial’’ al ver las ruinas del Templo del Tiempo y nos hace sentir que hemos estado ahí alguna vez y que de todo eso ya no queda nada. Esa desolación que se convierte en felicidad.

Esa desolación que se convierte en felicidad.

El otro día debatíamos amistosamente sobre la vigencia de este juego en nuestro podcast. Que si Horizon, que si Death Stranding, que si God of War…no son juegos comparables pero sí son juegos que beben claramente de BOTW. Quizás en Horizon se nota más en su segunda parte. Hay muchos aspectos que vienen claramente inspirados en Zelda, la comida, el gancho, el escalado…pero todo sin igualarlo. Y oye, que en Horizon todo está muy bien, pero no es lo mismo. En God of War eso ya no es ni comparable, pues la libertad es mucho más escasa y donde la narrativa tiene un peso mucho más profundo que en la aventura del héroe orejudo. Si uno de estos juegos puede parecerse a la experiencia de BOTW este es Death Stranding.

Esa experiencia de libertad, de soledad, de responsabilidad pero al mismo tiempo de sosiego. Subir a una montaña, bajar a un lago o ir a ese sitio que se ve a lo lejos. Son experiencias, no videojuegos.

Cinco años después Nintendo ha demostrado que ha sentado las bases del mundo abierto.

Cinco años después Nintendo ha demostrado que ha sentado las bases del mundo abierto. Puede gustarte más o puede gustarte menos pero lo que está claro es que es un juego atemporal. Que con solo esos cinco años se ha convertido en un clásico, en un Quijote, La Odisea o Hamlet. Por eso después de esta pequeña reflexión os animo a los que no lo habéis jugado o a los que como yo lo hicieron ‘’de aquella manera’’ en su día, le deis otra vuelta, lo paladeéis y después nos comentéis qué habéis sentido.

No sabemos qué pasará con su segunda parte, el listón es muy alto y superarlo se antoja harto imposible, pero simplemente con que nos haga sentir de nuevo lo mismo, será un éxito y una suerte a todos los que nos encanta soñar.

 

Nunca es tarde para volver a salvar el mundo.

Corneo

Juego,leo y escribo

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