Una aventura inesperada

2019 ha sido un gran año para la historia de los videojuegos. Hemos tenido enormes títulos en casi todos los géneros, RE2, Sekiro, Death Stranding, Pokemon, Astral Chain….y otros que venían anunciados a bombo y platillo como Anthem, Control, Crackdown…que han sido un completo fiasco. Por no decir otra cosa y ser correctos.

Pero el juego que nos atañe en este análisis es esa rara avis que nadie se esperaba. Que apareció prácticamente de la nada, y, sin hacer ruido ha dado una lección de honestidad, saber hacer y veteranía.

Y es que quien ha parido la criatura son los creadores de nada más y nada menos que Obsidian Entertainment, padres del portentoso KOTOR, Neverwinter Nights 2, Fallout New Vegas o Pillars of the Eternity entre otros. Y eso señores y señoras, no es poca cosa.

Digo que el juego es honesto porque una vez comienzas a jugar, te das cuenta de que no había pasta. Muy poca pasta. Pero tirando de arte, experiencia y sobretodo guión, han sacado adelante un JUEGAZO con mayúsculas y sin engañar a nadie, sin pretender hacer más de lo que pueden y tirando de lo que hay.

Cuando alguien me pregunta en qué se parece este The Outer Worlds estoy diciendo siempre lo mismo.

Coges una coctelera y metes dos cuartas partes de Fallout New vegas,un cuarto de Mass Effect (del bueno), un chorrito de KOTOR y un pellizco de Pillars of Eternity. Después lo ponemos en un vaso recubierto de novela de Dan Simmons y tenemos un delicioso The Outer Worlds.

Y ahora es cuando ponemos en Spotify Fly me to the Moon de Frank Sinatra y empezamos a hablar.

En TOW comenzamos nuestra aventura congelados en una cápsula proveniente de la tierra. Tierra agotada y obligada a explorar otros mundos, donde las multinacionales hacen negocio con estas colonizaciones. A una corporación parece que se le va de las manos el tema y….bueno, un científico te reanima, te cuenta otra historia y tú, tienes que dedicir a quien apoyar. Pero de eso hablaremos más adelante.

Utopía espacial

Los mundos en TOW son simplemente, bonitos, originales. Su fauna, su flora, su orografía, su arquitectura. Todo rozando un preciosismo que recuerda las veces a los antiguos capítulos de Star Trek, otras a Avatar y muchas más al caos de Fallout. Muchas veces le daremos al botón de share de nuestro mando para compartir un paisaje o una situación.

Pero no todo es oro lo que reluce. Decíamos que es un juego honesto porque, con los recursos que tenían, han hecho lo que han podido. Un apartado artístico más que sobresaliente con un apartado técnico muy mejorable. Resoluciones bajas, baja carga poligonal y modelados que nos recuerdan más a la anterior generación que a esta. Pero no os llevéis a engaño. Su punto fuerte es la narrativa y en eso, este juego es un mastodonte.

Tú decides la historia

Desde el momento que sales de la cápsula y aterrizas en el primer planeta, te das cuenta de que tu aventura dependerá de tus decisiones. Muchísimos diálogos, maravillosamente llevados a cabo, ingeniosos, simpáticos y bien hilados. Destacar el buen doblaje al inglés y la MARAVILLOSA localización a nuestro idioma, accesible y llena de chascarrillos que nos harán sentir la aventura como propia. Estos diálogos, más que la historia en si, son los que te atrapan dentro de sus redes. Conversar, preguntar, volver a preguntar, intentar engañar, persuadir, seducir o siemplemente intimidar hacen que, nuestro pico, casi siempre sea nuestra mejor arma. He llegado incluso a conseguir lo que necesitaba de un personaje simplemente invitándolo a beber y emborrachándolo hasta caer al suelo. Como un sábado en una discoteca. Nuestra vida.

Este es el señor que emborraché en cuestión.

No todo se arregla a tiros. O si.

Si algo me ha gustado de este juego es la libertad que tienes a la hora de decidir qué hacer. Hay misiones secundarias, muchas, pero… ¿y si no las quiero hacer? Pues o mando al señor a freir espárragos, o paso de él o le digo que si y no lo hago o directamente le reviento la cabeza de un disparo. Soy una persona con poco tiempo y ese ha sido mi estilo de juego y sin mayores florituras ni complicaciones lo he terminado. Este no es un juego de disparos, no os esperéis que esto sea DOOM, ni mucho menos. El combate es tosco, incómodo y algunas veces desquiciante, pero cumple su papel. Sabemos a lo que hemos venido. Por contra el catálogo de armas es fantástico. Tenemos desde escopetas, ametralladoras, rayos reductores o pistolas de gravedad al más puro estilo Half Life 2. Para más inri podremos ir modificando a nuestro gusto, con piezas, tipos de municón y estilos. En este aspecto es una lástima que el combate sea tan tosco, se podría haber sacado mucho más partido de ello.

El combate cuerpo a cuerpo puede llegar a ser como una pelea de borrachos.

Rol old school para todos

Si algo tira hacia atrás a la gente de hoy en día de los juegos de rol son todos sus roles,valga la redundancia. Estamos ante un RPGm, por tanto tenemos que tener en cuenta que aquí hay habilidades, talentos y ventajas, como queráis llamarlos. No voy a entrar en detalles ni explicarlos, pero solo deciros que son muy accesibles, en un principio asustan pero según avanzan te vas dando cuenta de que es muy sencillo e intuitivo. Yo ya soy un señor mayor que no está para estos trotes y lo he llevado bien.

Veredicto

The Outer Worlds es un RPG de los de siempre, de los de antes, pero con ideas de ahora. Un eslabón entre generaciones de jugadores y toda una declaración de intenciones por parte de Obsidian para un futuro a corto plazo, sabiendo que la segunda parte está en camino y esta vez con el apoyo económico de Microsoft. Esto es un aperitivo fantástico, con sus grandes fallos, que los tiene, de lo que nos depara el futuro. Animo a todos los poseeodores de un PC o una Xbox a hacerse con una suscripción de Gamepass solo para probarlo. Merece la pena. Y a los demás, en PS4, sinceramente ahora mismo esperaría a que bajase de precio. En cambio cuando salga en Switch creo que será una adquisición casi obligada. Pues el juego es muy dado a ser jugado en el trono de las edades.

Larga vida al rol.