Tras una entrega bastante decepcionante (al menos a nivel personal) de la mano de Espada/Escudo, y algún que otro remaster para amenizar la espera, una de las sagas más importantes de la industria de los videojuegos vuelve con Legends Arceus: un juego que da un paso atrás en el tiempo y aprovecha para cambiar un poco la propuesta.

La historia

El lore detrás de Pokémon Arceus es en general interesante. Sin entrar en spoilers, viajamos a una época en la que la relación entre humanos y pokémon era muy diferente a la de otros juegos. Los pokémon son considerados criaturas salvajes y eso marca el diseño del mundo y la forma de afrontarlo.

Nuestra llegada a ese mundo trae consigo otras consecuencias de las que nos debemos ocupar, entablando relaciones con grupos, que en muchos casos hacen un guiño a otras entregas de la saga.

Muchas de las líneas de diálogo se podrían haber reescrito de forma más lógica, natural… o ambas.

Sin embargo, hay un pero. Los diálogos dejan mucho que desear. Ya no hablo desde un punto de vista de complejidad o profundidad, sino también desde un punto de vista lingüístico. Muchas de las líneas de diálogo se podrían haber reescrito de forma más lógica, natural… o ambas.

La historia es bastante lineal y nos va guiando por las diferentes zonas del juego. Como es habitual, también tenemos la parte de la exploración y la pokedex. Progresar en los descubrimientos nos permite desbloquear objetos y recetas, además de controlar a pokémon de niveles más altos. Pero vamos, lo mejor que podrían hacer es poner una opción para que los diálogos vayan avanzando automáticamente, porque madre mía encima tener que ir dándole al botón para pasarlos.

Las 2 primeras horas del juego, totalmente pasilleras y que dejan la impresión de estar jugando a un juego de PS2 con diálogos dignos de los Teletubbies.

Nota aparte merecen las 2 primeras horas del juego, totalmente pasilleras y que dejan la impresión de estar jugando a un juego de PS2 con diálogos dignos de los Teletubbies.

La exploración y el farmeo

Otra de las novedades que Arceus trae de la mano es que nos permite recolectar materiales para usos varios. Más allá de los habituales (vender, dárselos a pokémon, etc.), es que a partir de determinados objetos podemos crear pociones y pokeball. Seguimos teniendo la opción de comprarlos, pero resulta más práctico (y satisfactorio) poder ir fabricándolos sobre la marcha.

El mundo está distribuido un poco a lo Monster Hunter, con un pueblo central y varias zonas/estancia a las que nos podemos teletransportar a la caza de bichillos o de misiones de la historia.

Igual que Skyrim

Las zonas están diseñadas de forma que vuelvas a ellas una vez vayas desbloqueando las diferentes monturas con las que cuenta el juego… pero es muy tentador marcarse un WoW o un Skyrim y dedicarse a cargar con el pobre reno montaña arriba hasta que consigues llegar a una zona a la que se supone que no deberías poder acceder.

Además de las monturas, otra novedad son las zonas de distorsión, que aparecen de vez en cuando por los mapas. En su interior podemos encontrar pokémon raros y/o más fuertes, además de materiales exclusivos.

La clave para llegar a cualquier sitio es la montura. literalmente.

El combate

En un juego centrado en la exploración y la captura, el combate toma un cariz totalmente secundario, y eso se nota en el desarrollo.

Más allá de lo típico de toda la saga, me voy a centrar en lo que más caracteriza al combate de Arceus que, por desgracia, me ha dejado bastante insatisfecho.

En un juego centrado en la exploración y la captura, el combate toma un cariz totalmente secundario

Por una parte, los combates se suelen resolver de 1 golpe… en ambas direcciones. El nivel y el tipo de pokémon son en muchos casos irrelevantes. Al atacar con una habilidad con la que tengamos práctica, podemos tirar de fuerza o habilidad. Lo primero permite infligir más daño, a costa de perder la prioridad en el siguiente turno. Lo segundo, permite atacar más rápido 2 veces. El problema viene en que el sistema no está nada pulido, por lo que deriva en los mencionados KOs de un golpe, que se acaban volviendo extremadamente tediosos.

El Golduck aunque parezca mentira te dará menos problemas que el Psyduck

Por otra, el juego abusa de enfrentarte a 2 o 3 pokémon a la vez (tú solo puedes sacar uno) y teniendo en cuenta lo comentado de que cualquiera de los 3 te puede dejar tieso… pues así está la cosa. Añadir que en ciertas partes de la historia lo hacen con 3 pokémon de 3 tipos diferentes, para que haya más opciones de darte pal pelo (aunque 2 de los pokémon tienden a tener menos nivel que el central). Hay veces en que es tu culpa llamar la atención de más de un pokémon a la vez, pero además de en la historia, en las zonas de distorsión los pokémon aparecen de 3 en 3.

El juego abusa de enfrentarte a 2 o 3 pokémon a la vez

En general, el combate no me ha gustado en absoluto y es el peor de la saga con mucha diferencia. No es difícil, no es complejo. Simplemente es frustrante y absurdo. Y, antes de que vengáis con el Git Gud y con ciertas historias que he leído en Twitter sobre streamers flipadetes dándose de bruces contra combates del final después de decir lo fácil que era el juego… no he perdido ningún combate en como 30h de juego, así que eso: de difícil nada, simplemente es un coñazo que sepas que 1 o varios de tus pokémon van a caer de 1 golpe y te va a tocar revivir con objetos o volviendo al campamento.

Los bichillos

Arceus hace una especie de grandes éxitos de la saga. No es eso exactamente porque faltan bastantes pokémon populares, pero sí que es una selección que deja fuera a la mayor parte de creaciones poco inspiradas de entregas anteriores.

Tenemos los pokémon, sus evoluciones, y versiones “alfa”, en general más grandes y de nivel más alto que su zona.

Un Snorlax élite se puede convertir en Nemesis

Los podemos capturar lanzando bolas directamente (preferiblemente de un nivel adecuado), o yendo al combate como toda la vida (aunque, como digo más arriba, en este caso las opciones de reventar a un bicho de un golpe aumentan todavía más).

Mientras los intentas capturar, muchos de ellos tienden a enfadarse y, si es el caso, irán directos a por ti, salvo que saques a un pokémon. Si dejas que te zosquen, acabarás en la UCI.

Los jefes

Una de las partes que más me ha gustado del juego han sido los jefes. Tienen su barrita de “vida” (en realidad es de furia porque los tienes que calmar, tienen otra de vida para los combates contra pokémon) y tienes que ir lanzándoles objetos mientras esquivas sus ataques.

Los jefes pueden llegar a ser testimoniales, aunque tienen su aquel.

Llegados a cierto punto, puedes activar un combate tradicional frente a tus pokémon que, en caso de victoria, aturdirá al jefe durante unos segundos.

La parte de esquivar los ataques recuerda a otro tipo de juego y es divertida, aunque le falta bastante hervor para dar más de sí.