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Tradición y Futuro

Esas son las dos palabras que mejor pueden definir esta nueva entrega de Tales of.

Tales of Arise llegó con la intención de dar ese salto que en su día dio Tales of Symphonia en Gamecube, con el salto de las 2D a las 3D, en remozar una franquicia que cumple 25 años y en decir ‘’Hola’’ a las nuevas generaciones de jugadores sin decir Adiós a los más veteranos.

Esto no es un análisis al uso, es una reflexión, es un tú y yo con una copa en la mano contándote lo que he sentido a los mandos de Alphen y compañía después de casi 40 horas de aventura a su lado.

La responsabilidad era grande. Venimos de dos Tales of que han pasado sin pena ni gloria por la anterior generación. No quiero decir ni mucho menos que sean malos juegos, al contrario, son muy buenos, pero no es lo que nos esperábamos de ellos. Tales of Zestiria (Tales of Vesperia DE no cuenta al ser un refrito de otro), estaba llamado a ser ese gran salto generacional y al final se quedó en nada.Los juegos móviles no cuentan, a eso aquí no jugamos ninguno.  Así que para este 25 aniversario había que hacer algo grande, a la altura de la saga, poner toda la carne en el asador y echarle bemoles para llegar a dar ese salto de fe.

Para este 25 aniversario había que hacer algo grande, a la altura de la saga, poner toda la carne en el asador y echarle bemoles para llegar a dar ese salto de fe.

La saga Tales of es de una gran tradición en Japón, son de esas sagas que los nipones no quieren que las toques, pero hoy en día no se vive solo de Japón y Namco tenía que intentar llegar a más gente, abrir la fantasía de Tales of a todo el mundo y desde el principio del juego eso se nota.

Hay veces que te quedas atontado viendo los paisajes.

Una de las premisas de la tradición de los Tales of, es que ninguno tiene nada que ver con el otro. Todos son historias diferentes, mundos diferentes, personajes diferentes. Pero al contrario que sagas como Dragon Quest o Final Fantasy, estas entregas nunca han ido numeradas, sino con un apellido, apellido que sirve de declaración de intenciones de lo que veremos y viviremos en el juego. Según sus creadores, en sus diarios de desarrollo, el tema principal de este juego es ‘’Herencia y evolución’’.

Herencia

En este Tales of Arise encontramos los ingredientes esenciales de la fórmula de cualquier Tales of. Una buena historia, un arte sublime, una BSO a la altura y unos personajes con personalidad muy marcada y esa enfermiza obsesión con hacerte empatizar con sus protagonistas para intentar hacerte vivir con más intensidad la historia. Intensidad que algunas veces tengas ganas de odiar a los personajes.

Las típicas escenas de animación de la saga siguen ahí de la mano de Ufotable, responsable ni más ni menos de obras como Guardianes de la noche. Desde Tales of Xillia se encarga de dicho cometido y eso, amics, no se toca.

Las cinemáticas de estilo anime contrastan con el realismo de los gráficos.

Sin contar con elementos visuales varios, el sistema de combate tampoco abandona la tradición original del Action RPG que recuerda a los juegos de lucha clásicos. No se por qué, me recuerda a Soul Calibur… Si algo funciona, no lo toques. O tócalo poco.

Sin contar con elementos visuales varios, el sistema de combate tampoco abandona la tradición original del Action RPG que recuerda a los juegos de lucha clásicos.

La cocina es otro de los puntos clásicos que siguen ahí. La importancia de que nuestros personajes cocinen y utilicen los momentos de papeo como catalizador de social entre ellos sigue siendo de vital importancia en el desarrollo de nuestro equipo y de su compenetración. Aquí es donde también la intensidad de los personajes se nos puede hacer cargante.

Esa carga dialéctica se sigue acentuando con las ‘’skits’’, esas escenas continuas de conversación, que muchas veces se pueden hacer tediosas, son otro de los aspectos ‘’intocables’’ y si, siguen aquí y muchas veces más de lo que desearíamos o necesitaríamos. Tercera vez que lo repito, ¿no?.

Evolución

Y es aquí donde empezamos a tropezar. Bajo la sombra de un imponente Unreal Engine queda eclipsada dicha evolución. Me explico. Después de haberle metido horas y horas al juego, te das cuenta de que donde más ha evolucionado el juego es en los gráficos. Imponentes, sólidos, llamativos, bonitos y solventes. Con un apartado artístico deslumbrante que hará que captures pantallas a diestro y siniestro.

El detalle en las ciudades es algo enfermizo.

Por otro lado el diseño de los personajes también evoluciona. Intenta apartarse de ese estilo anime tan característico y busca con sobrado éxito conseguirlo. Una mezcla perfecta entre realismo y anime que le queda muy bien y encaja a las mil maravillas con unos entornos realistas y preciosistas. Un acierto total.

Los personajes son mezcla perfecta entre realismo y anime que le queda muy bien y encaja a las mil maravillas con unos entornos realistas y preciosistas.

Si a todo esto le sumamos una BSO orquestada, nos sale un conjunto redondo, un doblaje fantástico (mención especial a los búhos 🦉 , ya veréis por que) se nos queda todo el apartado técnico muy apañado.

Resultado

Una vez mezclados todos estos ingredientes nos sale un juego ‘’casi’’ redondo. En cómputo general estamos ante uno de los mejores JRPG de los últimos años y sin duda ante el mejor de este 2021.

Con una historia muy interesante. Giros de guion constantes que te dejan con el culo torcido. Tiene la virtud de no ser previsible y eso hoy en día es difícil de encontrar.

Unos personajes con una personalidad muy marcada, cada uno con su propia historia, sus propias inquietudes, miedos e ilusiones. Unos villanos con carisma (aunque alguno puede parecerte un plagio). Ciudades y reinos con identidad propia que consiguen que siempre quieras ‘’pasear un ratito más a ver que hay’’ antes de guardar la partida.

Tenemos un combate, divertido, intenso y exigente. Si bien es cierto de que hay veces que tienes la sensación de que lo único que haces es aporrear botones sin sentido, una vez le ‘’pillas el tranquillo’’, te das cuenta de que encadenar ataques con tus personajes, realizar determinadas acciones o saber cuando esquivar o bloquear se hace muy divertido y consigue algo que pocos JRPG consiguen, que sea reconfortante derrotar enemigos. Que quieras luchar. 

En las pelas a veces se montan unos Cristos que no tienes muy claro lo que pasa, pero es muy divertido.

Ahora un aviso. Este no es un juego de mundo abierto. Que nadie se equivoque. No es un BOTW. El mundo es grande, si, muy grande, pero es una sucesión de muchos pasillos. Digamos que es un mundo de pasillos abiertos. Hay mil y un recovecos donde encontrar objetos, pero al fin y al cabo, son pasillos. Aquí nos intentaron vender la moto aunque antes de lanzarlo recogieron cable, todo sea dicho.

Digamos que es un mundo de pasillos abiertos.

Pero si lo vemos desde otro lado es de agradecer. Y os explico el porqué. La historia es muy extensa, muy intensa, los diálogos lo ocupan casi todo. Las misiones secundarias están ahí porque tienen que estar, pero poco aportan más allá de objetos y puntos de experiencia y si a toda esta densidad le hubiéramos puesto un mundo abierto, necesitaríamos una baja de larga duración en el trabajo para poder acabar al juego. No hay mal que por bien no venga.

Los momentos ”skits” aunque a veces tediosos, es donde saldrá a relucir el humor en el juego, que no es poco.

La duración del juego variará en tanto y en cuanto te quieras parar, pero calcula que unas 40 horas te va a dar. Cifra más que suficiente y que es de agradecer hoy en día para las personas que tenemos más vida allá de la pantalla de la TV.

En cuanto a su rendimiento en la Next Gen disponemos de dos opciones de juego (como empieza a ser habitual en esta generación), rendimiento y calidad. Sinceramente, os recomiendo rendimiento. En calidad el juego algunas veces petardea.

Os recomiendo rendimiento. En calidad el juego algunas veces petardea.

Por el contrario, una vez tengamos priorizados los FPS a los gráficos, disfrutaremos de una fluidez exquisita, unos tiempos de carga irrisorios y le sacaremos el jugo completo al combate.

Donde puede petardear en modo calidad es cuando tenemos mucha vegetación o nieve.

En definitiva 

Tales of Arise es una declaración e intenciones. Intenciones de modernizar una saga y adaptarla a los nuevos tiempos y los nuevos jugadores. Mezclando esa tradición y esa evolución para llegar a todo el mundo y a mi humilde parecer, lo consigue.

Tales of Arise es una declaración e intenciones.

No es la obra definitiva pero si es ese primer paso hacia un futuro prometedor y es el germen de un JRPG que quiere luchar de tú a tú con los nuevos Final Fantasy.

Es un juego que o te gusta, o no te gusta. O te lo acabas del tirón o lo dejas en la estantería, pero que si te gusta, no lo soltarás hasta completar la búsqueda de Alphen y Shionne.

Y es que la lucha de la luz contra la oscuridad tiene infinitas historias posibles y esta, es una de las más interesantes que os podréis encontrar a día de hoy.

Y como acabo siempre estos análisis, LARGA VIDA A LOS JRPG.

 

Corneo

Juego,leo y escribo

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