Una chica especial

Eres Marianne, una joven muchacha que acaba de perder a su padre adoptivo. Un amable hombre llamado Jack al que querías como a un padre y que regentaba una funeraria en Varsovia.

Si si tu vida ya no es triste, resulta que tienes poderes para comunicarte con los muertos, bueno, con el mundo de los muertos y tu afán, es ayudarles a trascender al siguiente nivel. Eres la versión polaca de Jennifer Love Hewitt.

Eres la versión polaca de Jennifer Love Hewitt.

El mismo día del entierro de Jack, recibes una llamada extraña llamada de un tal Thomas, que te dice que vayas inmediatamente a Niwa, una especie de hotel-residencia, en medio de la nada y abandonado a su suerte años ha. Coges tu Vespino y tiras millas tras la pista de Thomas. Y cuando llegas, empieza el lío.

Ni Silent Hill ni Silent Hall

Cuando vimos en su día el tráiler todos nos echamos las manos a la cabeza proclamando The Medium como el nuevo Silent Hill o el nuevo Resident Evil. Pues no. Ni una cosa ni la otra.

Es cierto que el juego bebe de esas fuentes, y de muchas otras más, pero Bloober Team después del tropiezo con Layers of Fear, han intentado crear algo propio, algo diferente y digamos que lo han conseguido a medias.

¿Se pasa miedo? – No. ¿Te llevas sustos? – Algunos. Ese sería un poco el resumen en dos preguntas para definir su estilo. Me explico. Esto no es un survival horror al uso. No tienes esa sensación constante de angustia, de qué te puedes encontrar al girar la esquina y menos aún te preocupas por los recursos, pues no los hay, más allá de una especie de luz divina que necesitas en ciertos puntos, pero eso, te lo dejan en bandeja…

¿Se pasa miedo? – No. ¿Te llevas sustos? – Algunos.

Lo que si os animo es a que lo acabéis. El juego en su parte media-final coge mucho ritmo, la monotoniedad del principio se disipa para chorrearte en la cara un montón de información, de situaciones y sobre todo de puzles que quizá si se aplicase desde el principio del juego estaríamos hablando de otra cosa. Pero qué le vamos a hacer. No es así.

Entre fantasmas

Aquí llega la apuesta de Bloober Team. Desde casi el principio, la pantalla en muchas ocasiones se divide en dos, pues Marianne vive entre dos realidades, la viva y la muerta. Esto es algo muy interesante a la hora de jugar. En muchas ocasiones tendremos que ir intercalando la forma material y la forma espectral de Marianne para poder seguir adelante. En la forma material Marianne básicamente solo puede salvar obstáculos, andar despacito y aguantar la respiración para escabullirse de los malos y la Marianne espectral es la que alardea de poderes chanantes como un escudo de energía o un destello de fuerza capaz de realizar determinadas acciones que van surgiendo.

Marianne espectral es la que alardea de poderes chanantes

Esta idea es fantástica pero puede que mal explotada, pues no se utiliza en todo momento y muchas veces, sobre todo en cierto tramo del juego, puede llegar a darte ganas de darle al botón Home del mando y ponerte a jugar al Cyber Shadow. Pero como decía, dadle una oportunidad y veréis que todo cambia.

Cógeme de la mano

No nos vamos a engañar, el juego es lineal, tremendamente lineal. No es una película de David Cage pero se asemeja. Hay mucha exploración, mucho texto, muchas notas, objetos y recuerdos y mucha narración en primera persona de la protagonista. Muchas veces, demasiada, hace que llegues a pensar que estás viendo una película en vez de un videojuego. Pero si algo tiene de bueno el juego es eso, su historia y por que no decirlo, sus personajes.

Marianne consigue que incluso le cojas cariño. 

Ves que su vida es una mierda y según avanza el juego ves que todavía es más mierda, pero ella, a pesar de lo mierda que es todo y que aún por encima el sino de su existencia es tratar con los espíritus de los muertos atormentados por H o por B, en un mundo triste y tedioso, pues la chica lo lleva bien, con humor. Hay momentos en los que se ríe de si misma o de las situaciones que está viviendo. Este aspecto puede a mi parecer que le reste ese ya de por si escaso componente de terror del juego, pero oye, de vez en cuando se agradece algo así.

Los momentos de acción son muy limitados, pues serán o de escape o de sigilo pero nunca usaremos ningún tipo de arma ni mucho menos una pistola. Todo es muy zen. Quiere ser tan psicológico que se pasa.

Ves que su vida es una mierda y según avanza el juego ves que todavía es más mierda

Entre generaciones

El juego en líneas generales luce bien. Eso sí, no os esperéis el salto gráfico que todos esperábamos. No lo hay. Tiene un muy buen acabado pero no es ni mucho menos un portento Next Gen. Se ven retazos, cositas que si sabes que la antigua generación no podría hacer, como el Trazado de luces y hay zonas, como el bosque, que si llegan a llamar bastante la atención por lo bien que se ve. Donde tropieza el juego flagrantemente es uno; los modelados. Son bastante justitos y las animaciones, por decirlo de alguna manera son…no quiero decir esa palabra que han mencionado en todos los análisis, así que os lo describiré como ‘’vuestro abuelo de 84 años corriendo en medio de un semáforo cuando se empieza a poner en rojo’’. Te corta el rollo totalmente y cuando tienes que ir de aquí para allá te dan ganas de pegarle un grito a Marianne o a quien se preste a estar a las órdenes de tu controller. Si a esto le sumamos los problemas a la hora de cargar texturas o que la cámara alguna vez te puede dejar vendido, acabamos restándole un par de puntos.

‘’Marianne es vuestro abuelo de 84 años corriendo en un semáforo cuando se empieza a poner en rojo’’

Las escenas en el bosque llaman poderosamente la atención….no como el resto

Otra cosa es el sonido. Simple y llanamente SOBERBIO. Jugarlo con unos buenos casos es una delicia, cada sonido, cada detalle, un doblaje de auténtico lujo (Hola Troy Baker) y una BSO firmada por ni más ni menos que Akira Yamahoka (compositor de Silent Hill) hacen que en este apartado el juego suba muchos puntos.

Los momentos de dilocación de Marianne, lo mejor del juego junto a sus dotes.

Visto para sentencia divina

The Medium es el juego que esperábamos. No el que queríamos. Un juego de nueva generación pero que bebe de las mieles del indie y eso se nota en casi todos sus aspectos. Una muy buena historia, que te lleva de la mano hasta el final sin que te des cuenta, con un apartado artístico que cumple pero que acaba empañado por ciertos problemas gráficos y una facilidad excesiva.

Como tal, si no fuera un juego de GamePass, sería complicado que me lo comprase el primer día. ¿Cuánto pagaría por él? – 25 Euros lo veo un buen precio. Más, no.

The Medium es el juego que esperábamos. No el que queríamos.

De todas maneras si tenéis GamePass, darle, no os defraudará y si, merece la pena pagar ese mes de Pass para jugarlo.

Es un juego que te quiere contar una historia y lo hace bien. Y ya.