Skip to main content

Una corona partida en dos

Autor: @Bjdocampo

Hablar de World of Warcraft es hablar de la historia viva del videojuego. Hablar de WoW es hablar de grandes historias, grandes retos, hablar de amigos, de risas, de enfados , de angustias y de satisfacciones. WoW ha significado mucho en la historia de los videojuegos, más de lo que se le reconoce, ya sabe sabe que se reconocen las méritos una vez desapareces.

Este artículo se podría limitar a analizar vagamente la recién estrenada expansión del juego, pero, creo que es de justicia que vayamos un poco más allá y de jugador a jugador, analicemos los derroteros por los que se encauzan los ríos de Azeroth.

Las tierras sombrías

Lo más parecido a la noche Viguesa de principios de los 2000, es ésto.

Con esta nueva expansión, Shadowlands, nos encontramos en los eventos justo después de que Sylvanas se coronara como la Loca del Coño Oficial de Azeroth. Un suceso, todo sea dicho, que muchos nos veníamos oliendo desde hace tiempo, pero claro, no que derivara como derivó.

Pongámonos al día

Como sabéis, Alianza y Horda se alían para derrocar a la Zumbada de Entrañas, ésta, cobarde ella, escapa y durante una temporada no se sabe más. Pasa el tiempo y de buenas a primeras aparece frente al Trono Helado y le toca la Agonía de Escarcha al pobre Bolvar Fordragon, que de no tener bastante con pasarse el día sentado en una silla congelada después de que una jauría de dragones le quemasen hasta los cataplines, venga a fastidiarle una loca resentida,

En este momento, lo más sensato y lo que todos esperábamos es que una vez derrotado, La Pantoja de Entrañas se colocara la corona del destronado Rey sobre su perfecto alisado japonés y reviviéramos de nuevo una epopeya a la altura de los tiempos de la Litch King.

Pero en un giro de guión inesperado, Sylvanita de los Renegados, parte en dos la Corona de Ner’zhul y se lía la buena. Los cielos se abren sobre Corona de Hielo y aparece la entrada al reino de los muertos.

Vale, venga, lo compro, puede estar bien. Ahora cruzamos esa frontera y nos dedicamos a lo de siempre, buscar a nuestros amigos, asentarnos en una zona y empezar a explorar y descubrir que horribles planes tiene la Gitanita Guapa.

El nuevo mundo

Y ahí justo está el problema. Ese nuevo ‘’mundo’’. Voy a ser franco. Es terrible. Y no es terrible porque sea malo, si no porque da la sensación de que ya hemos estado ahí. Esto lo convierte en tedioso, pocho, aburrido y poco interesante. Está como hecho sin ganas y al jugador veterano no le invita a explorar. Cuando pasan las horas de juego te das cuenta de que ese afán de exploración de la zona desaparece porque lo que quieres es llegar de A a B para entregar la misión que te dieron en C.

Pero lo cortés no quita lo valiente y como siempre hay que reconocer como siempre, en Blizzard, el trabajo artístico es soberbio y minucioso. Tanto gráfica como sonoramente. Sobretodo este ultimo apartado. Pero bueno, esto no es un análisis.

Esta zona de Anderweald bien podría ser el Bosque de Terokkar

¿Qué estoy haciendo?

Aquí viene el segundo problema, la historia. Ahora algún listo me dirá ‘’Es que no has profundizado en el Lore’’ ; ‘’Es que no lees las misiones’’….. blablablá. Este hombre que os escribe se ha leído todo el lore habido y por haber de Warcraft, comics y novelas, incluída la última y desde este puesto os puedo decir que la historia es….cómo decirlo de una manera suave….desconcertante. Según pasas las horas te das cuenta de que no sabes muy bien que está pasando hasta que avanzas hasta Maldraxus, aún así allí, todo es tan mecánico que sigues leyendo misiones y subiendo de nivel sin un aparente objetivo principal, pues el recuperar a tus amigos parece que se desvanece poco después de los eventos iniciales.

WoW para todos

El juego de los amigos. No es nuevo afirmar a estas alturas que WoW se ha convertido en un juego al alcance de todos. Las antiguas mecánicas de daño, protección, los bosses enrevesados o las cadenas de eventos que te llevaban meses, han muerto. Si quieres eso, pásate por el WoW Classic sin más. Se nota a leguas que Blizzard quiere atraer a nuevos jugadores y eso, implica hacer el juego más fácil y, amigos, el juego es muy fácil. He subido a mi personaje sin apenas despeinarme. La cadena de misiones principales las he hecho solo. Habré muerto unas tres o cuatro veces, y eso porque me he venido arriba y me creía el jodido Superman, pero siendo un mínimo de prudente, no hubiera muerto ninguna vez.

Las instancias son instancias, sin más. Sirven más como elemento conectante con la historia que otra cosa. Pues los jefes se basan en aporrear botones y esquivar áreas. Fin.

El Singleplayer ha llegado

Si señores y señoras. Como decía arriba, puedes pasarte el juego tú solo sin ayuda de nadie. Atrás quedaron los tiempos en que buscabas grupo para matar a un élite, o dependías de estar en una buena hermandad para poder hacer cualquier mazmorra o raid. Hoy, entre que el mundo es muy fácil de explorar y que el buscador de grupos llegó para quedarse, no necesitas amigos para salvar a Azeroth.

Es una reflexión interesante ésta, pues, desde hace unas expansiones, la historia del juego gira entorno a ti, el ‘’Adalid’’. Y eso se ve muy reflejado en el desarrollo del juego, ya que si o tienes amigos dentro, puedes hacerte la historia completa sin el más mínimo esfuerzo o problema.

La historia del juego gira entorno a ti, el ‘’Adalid’’

Si algo me marcó del WoW, aparte de su historia y sistema de juego, es toda la gente que conocí. Con el paso de los años he hecho amigos, amigos de verdad, de carne y hueso, con los que he hecho quedadas, comidas y nos hemos cogido borracheras siendo uno de Vigo, dos de Madrid, tres de Barcelona u otros dos de Málaga. Daba igual, todo eso, da la sensación de que desapareció.

Pasas por el mundo y ya nadie te ayuda, todos van a lo suyo, que es cumplir la misión y ves como pasan por delante de ti decenas de personas sin hacerte el más mínimo caso. Esa magia y sensación de vivir en un mundo virtual se ha ido y repito, si es lo que buscas, solo lo encontrarás en WoW Classic.

Coges Naxxramas, lo rodeas de setas y aquí tienes una mazmorra

Resumiendo, que es gerundio.

Todo es muy fácil, muy mecánico y este mundo es muy pequeño. No es que sea pequeño, se nos hace pequeño. Supongo que comenzará a salir más contenido y más territorios según vaya pasando los meses, pero esta vez a Blizzard se le ha visto el plumero. Primero el retraso del juego (ahora entiendo el por qué) y después la tremenda facilidad con la que puedes campar a tus anchas por las tierras sombrías. Después de ver el tremendo éxito que ha tenido WoW Classic, la compañía realizar un ejercicio de retroalimentación y darle al consumidor lo que quiere, y lo que quiere todo amante de Warcraft es esa esencia original. Esa sensación de esfuerzo-recompensa. Ese componente social, el apoyo y la ayuda de los demás miembros de tu facción o que el de la facción contraria te ’’toque los talentos’’.

Pero poderoso caballero es don dinero y esta última expansión ha sido la más vendida. Así que toda esta reflexión y se que como yo piensan mucho, no servirá de nada.

Mientras tanto, seguiremos jugando, seguiremos viviendo en Azeroth, pues nuestro vínculo con este juego y esta historia va más allá de las decisiones acertadas o desacertadas que pueda tomar una compañía.

POR LA HORDA!!

POR LA ALIANZA!!

POR AZEROTH!!

 

Corneo

Juego,leo y escribo

Deja una respuesta